A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


viernes, 6 de septiembre de 2013

A clase con mis nietos y nietas



                       


Mis queridos nietos y nietas: Bueno, se acabaron, ahora sí,  las vacaciones, y no lo bueno, como suele decir mucha gente, cuando regresa al trabajo. 

Volver al trabajo, a las clases, al encuentro con antiguos y nuevos compañeros/as, maestr0s/as, al encuentro con vuestros  nuevos libros y lo más importante: retomar la gran aventura de aprender.

Me imagino que no estáis de acuerdo con todo lo que os digo, pero pensad por un momento cuántos niños, por muchas causas, como enfermedades, medios económicos, etc, no tienen la suerte de asistir a un colegio. ¡Qué no darían por madrugar, cargar su cartera y corred a la escuela! No todos tienen la suerte de aprender cosas necesarias y útiles para vuestro futuro.

De verdad que sois afortunados, aunque no lo veáis así ahora. Los seres humanos somos como vasijas vacías que precisan llenarse para valer algo. A medida que vamos dando pasos en el saber es como si abriéramos el grifo y nuestra vasija se fuera llenando poquito a poco. 

Tenéis que verlo así y tratar de, que no solo sean conocimientos, sino también valores como el amor, respeto, responsabilidad, solidaridad... ¡Uf, qué montón de cosas os esperan además de la mochila nueva y los libros!

Esta abuela que tanto os quiere, os pide que penséis unos momentos en todo esto. Estoy segura de que vuestras vidas serán maravillosas, lo cual no quiere decir que no encontraréis grandes y muchas dificultades, pero os ayudará la conciencia de haber ido llenando cada etapa de vuestras vidas.

Deseo que seáis conscientes del esfuerzo de vuestros padres para que no os falte de nada y también del interés de  vuestros profesores por hacer de vosotros hombres y mujeres de provecho en este mundo tal lleno de vanidades, hipocresías, envidias y tantas cosillas como  protagonizamos los humanos.

¡Ojalá vuestras vidas sean como antorchas encendidas que os iluminen el camino e iluminen a los demás!

Así que, ¡venga! Forrad libros, sacar puntas, poner a punto  ese vuestro querido estuche y con toda la ilusión del mundo, levantaos el lunes, dad gracias a Dios por todo lo que tenéis, gracias   a todos los mayores que os acompañan en esta gran tarea que es vuestra educación y aprendizaje. Os toca trabajar para ir llenando vuestro "cantarillo" hasta que rebose.

Mil besos de esta abuela que sigue pensando que la palabra maestra le viene grande. ¡Es tan maravillosa y trascendente!



La abuela en el cole. ¿Cuál es?