A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


jueves, 30 de enero de 2014

Consejitos a mis nietos/as en el Día de la Paz



La paz y la belleza de un río, de un paisaje, 
de cualquier cosa se  dan siempre la mano



Mis queridos nietos y nietas:  Para los que ya entendéis muchas cosas, quiero dejaros hoy, Día de la Paz, algunos pensamientos míos acerca de tan gran valor que
deberíamos rotularnos en la frente como espejo donde puedan  vernos y verse, cuantos seres humanos encontremos en nuestro diario caminar. ¡Ojala pronto comprobéis que la paz vive en vosotros. Os quiero y os quiero. 
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La paz no es la bandera blanca en un campo de batalla, la paz no es rendirse ante el enemigo, la paz es, y quiero que lo entendáis bien, tener el coraje de  ganar esas batallitas  a las que la vida nos va enfrentando cada día.
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Vivir en paz, mis queridos  nietos, tampoco en vivir de brazos cruzados viendo cómo pasa la vida, la paz es una conciencia tranquila de haber hecho y dado cada día,  lo mejor de nosotros y si en algo nos equivocamos o dejamos de hacer, rectificar a tiempo.
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La paz  no es  una palabra que esperemos  les toque  lograr a otros y nos llegue a nosotros, la paz  es una actitud, un valor que debemos  llevar izados como antorcha  en nuestro caminar por la vida.
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Ser pacífico, no solo quiere decir ser tranquilo, sino evitar la violencia, los enfrentamientos, las palabras duras, las cabezonerías y discusiones inútiles y tantas y tanas cosas…
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No olvidéis esto: Las páginas escritas en paz y amor, no hay años, ni acontecimientos que puedan bo­rrar, porque  siempre quedan ecos de nuestro vivir y actuar grabados en el alma.
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Si buscáis la paz y hay que elegir, no dudéis en elegir siempre lo más bello: acertaréis porque la belleza no puede convivir con la maldad, mentira, hipocresía, la guerra…
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Para vivir en paz no hay que venderse a nadie.  Cuando alguien nos compra, perdemos la libertad y eso quiere decir que nos veremos obligados a vivir  con las exigencias del comprador, algo que sin duda, nos quitará la paz de nuestros sueños.
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Y para terminar, que no quiero cansaros, ¡y vaya si os cansáis!, os confieso un secretillo mío.
Si en el momento justo de mi muerte pudiera sentarme frente a este ordenador, las últimas palabras que desearía escribir serían éstas: Sólo sé que quise vivir en paz y amar.
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Y para mis chiquitines, este poemilla:

Abuela, dime, ¿qué es la paz?
¿Se compra, se vende, se puede regalar?
No, mi niño, la paz es mucho más.
No se compra ni se vende, pero sí se puede regalar
viviendo con amor, mucho amor, respeto y tolerancia y solidaridad.
Palabras que os hablan, no solo de   vosotros,
sino también, y muchos de los demás.     

martes, 28 de enero de 2014

Más poemitas para mis nietos


Mis queridos nietos y nietas: unos poemitas más para que  os sigáis familiarizando con la escritura de estas cosas tan divertidas y nonatas. Alo mejor,¡quién sabe! alguno sois poetas y escribís libros para niños o para mayores, pero, claro, hay que trabajar un poquito y esforzarse por aprender.
Por ahí tengo algunos de los que escribíais cuando érais más niños. Los voy a buscar y os los voy a transcribir. Recuerdo uno de mi Amalia que decía: Mucho quiero a mi abuela Isabel / y por eso le voy a regalar un tarro de miel.
¿Os dais cuenta de las rimas? Isabel-miel.
¡Venga, a escribir en  vuestro cuaderno de poesías! Y con su dibujito, ¿eh?



Palmas, palmitas
vienen y van
de las manitas de mi niño
a las manos de su mamá.
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En el plato de mi niño
una mosca se metió
por golosa y atrevida
los bigotes de quemó.
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Como, como
¿qué comes tú?
Yo como fruta y rico yogur.
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Piquiqui caguetillas
Piquiqui caguetón
Piquiqui sal corriendo
Vete ya de este rincón

No me voy
Este corro es mi rincón
Me costó cinco euros
Y dos kilos de jamón,.

¡Fuera, fuera, pestoso caguetón!
Eso te pasa por comer tanto jamón.
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miércoles, 22 de enero de 2014

Enseño a mi nieto a escribir una poesía


Nubes de colores pasean por el cielo, 
y  yo las saludo con mi  pañuelo.


Mi Gabriel a sus  10 años es ya -lo ha sido siempre- un niño muy trabajador y responsable. 
Ayer me dijo al teléfono: abuela,  tengo que llevar el viernes  unas poesías y no sé cómo se escriben.
Y yo le dije: Vale. Vente mañana y te enseño algo.
Así que, al día siguiente por la tarde, nos pusimos a trabajar.  
Yo le dije: Vamos a empezar  con una muy sencillita que la vamos a dedicar a una pajarita de papel, y  yo voy a ir escribiendo lo que se nos ocurra a los dos. ¿Vale? Vale
Así que empiezo:
Un dos, un dos, un dos / pajarita de papel / un dos, un dos a picar en …. 
Ahora te toca a ti decir palabras que suenen bien con  dos. ¿Y qué quiere decir que suenen bien? Verás, lindo, hay sonidos que se parecen. Por ejemplo, el de una campanita y el de una cucharilla, si la movemos en un vaso. Hay otros que  no se parecen en nada. Por ejemplo, la campanita y  el sonido del tambor. Así hay palabras que, al pronunciarlas, se parecen a otras. Por ejemplo, la palabra dos, se parece a flor. ¿Entiendes?
Me parece que sí.
Ea, pues escribe palabras que suenen parecido a dos.
Y escribió: calor, sol, arroz, valor…    
¡Bien! Pues si decimos… a picar… ¿cuál palabra elegimos? Arroz, ¿no?
¡Eso es! Ya tenemos: Un dos, un dos / pajarita de papel / un dos, un dos a picar en el arroz…
Pero vamos a tratar de hacerla más larga. Sigo yo.
¡Un dos, un dos! /¡Pajaritas de papel! Pajarita bailarina a picar…
Venga, palabras que suenen, se llama rima, con bailarina.
Escribió: harina, gallina,  cocina, mandarina… ¿No? ¡Sí, muy bien!
Yo creo que la mejor –le dije- es cocina. Así que ya tenemos un poemita que vamos a escribir enterito:

¡Un dos, un dos!
¡Pajaritas de papel!
¡Un dos, un dos!
¡A picar en el arroz!

¡Un dos, un dos!
¡Pajaritas de papel!
¡Un dos, un dos!
Pajarita bailarina
a picar en la cocina.

Ahora te voy a escribir yo una para que me subrayes de rojo las palabras que  te suenen  parecidas. Tengo muchas en un libro de poesías para niños. Esta se titula… ¡Que llueva! 
¡Que llueva, que llueva!
¡Que caiga mucha agua!
¡Que llueva, que llueva!
¡Que abra mi paraguas!
Que llueva para arriba
que llueva para abajo,
que llueva al derecho,
que llueva al revés.
¡Que llueva, que llueva
que no deje de llover!
Y subrayó: agua, paraguas, revés, llover.
¡Estupendo! Otro día seguimos, pero te voy a dar el libro para que vayas conociendo las rimas, o palabras que suenen parecido. ¡Vale! ¡Ah! Y otra cosa: A ver si alargas más la pajarita de papel o escribes poemitas cortitos como, por ejemplo, este:
En la punta de la nariz
La luna tiene un lunar
Por las noches se lo veo
Por las noches nada más.

¡Qué graciosa, abuela! Adiós, mi niño precioso. Cuando seas mayor comprenderás que todo en la vida puede ser poesía, si en nuestros ojos  está instalado el cristalito mágico del amor.

jueves, 16 de enero de 2014

Explico a mi nieto qué es cuento y qué relato


                      ¡Cuando llueve y hace sol, 
                  sale el arco del Señor!

Abuela, ¿qué es un cuento y qué un relato? -me preguntaba mi nieto al teléfono-. Nos lo ha explicado el profe pero yo veo  igual una cosa que otra.
No eres el único –le contestaba yo-. Incluso hay escritores que no se ponen de acuerdo en la diferencias entre ambos términos y técnicas pero te lo voy a explicar por escrito, tal y cómo yo lo veo, con un ejemplo práctico a ver si tú solo te das cuenta de la diferencia.
Empiezo por escribirte un cuento:

EL CHIQUILLO
Esto era una vez un niño que vivía en el campo. Todos los días tenía que ir a la escuela que estaba lejos de su casa. Un día, que el cielo estaba muy oscuro, su madre le dijo:
-Hoy no es día de salir de casa. Parece que va haber tormenta.
-No importa –contestó el niño-. No quiero faltar.
-Bueno –dijo la madre-, pero abrígate bien y si llueve busca dónde refugiarte.
El niño, cogió su mochila, se puso un viejo impermeable y se fue camino de la escuela. Pero, de pronto, aquellos nubarrones se convirtieron en fuerte chaparrón. ¡Vaya!, Llevaba razón mi madre –se dijo-. Y buscando con la mirada algún lugar dónde refugiarse, vio, no muy lejos, un puentecillo. Corrió hacia él y allí espero hasta que  las nubes se iban y empezaba a clarear por detrás de la aldea.  
Así que tan pronto como pudo, retomó su camino hacia la escuela, pero de repente se quedó eclipsado. Por encima de las montañas aparecía el arco iris más  maravilloso que había visto jamás. Parecía como si una mano mágica lo hubiese dibujado sobre el horizonte. De una montaña a otra, se extendía majestuoso, brillante, rojo, verde, anaranjado, violeta... 
Llego tarde a la escuela y la maestra sin más dijo:
-¿Acaso no sabes  a qué hora hay que entrar?
Y antes de que el niño pudiera explicarse, añadió:
-¡Al rincón, castigado!
El niño obedeció sin replicar, pero  en los adentro  estaba contento y parecía que oía la voz de su madre que le canturreaba:      
¡Cuando llueve y hace sol
sale el arco del Señor... !
Cuando llueve y hace frío
Sale el arco del judío.
Una sonrisa se dibujaba desde el rincón de su castigo: El arco del Señor le había salido al paso aquella mañana de otoño.
Y ahora uno de mis relatos:
En un tris    
Aquella noche lejana, ¡muy lejana!, él  y yo cómplices de años, historias y proyectos, aguardábamos, en silencios, rotos en dolor, miradas y suspiros, el  autobús que nos separaría para siempre. Era negra noche de truenos cabalgando en mil rayos por el cielo.
En un tris, la hora de partida. Una plaza. Sólo una. Sube él. Un ardiente beso como despedida y un adiós sin palabras que apaga, en un tris, el universo de sueños de un abrazo sostenido  en tantos años… Muchos años. A pie de tablas, sola,  acariciaba en vilo y en nostálgica sonrisa, la cálida huella de aquel beso, mientras caía definitivamente el telón.
El autobús se alejaba y la lluvia persistía. También la vida pero él ya no estaba allí.  
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Bueno, ¿qué te parece? Si tomas nota comprobarás, por ti mismo, lo más destacado. Por una parte, creo que sabes que un cuento no es una novela pero tanto en una como en otro, se dan tres partes:
1ª COMIENZO: ¿CÓMO EMPIEZA?
En mi cuento, la primera parte comprende desde, Esto era una vez, hasta, -Bueno –dijo la madre-, pero abrígate bien y si llueve busca dónde refugiarte.
2ª CONFLICTO O NUDO: ¿QUÉ PASA?
El párrafo comprendido desde la frase final  de la primera parte, .…  Busca dónde refugiarte, hasta, …  -¡Al rincón, castigado!
3ª DESENLACE: ¿CÓMO TERMINA?
El final del cuento o desenlace empieza con el párrafo que dice: El niño obedeció sin replicar, etc. hasta la última palabra.
En el relato sería como más forzado  distinguir estas partes, puesto que todo va como descrito con mayor poesía y brevedad.
MÁS DIFERENCIAS 
Un cuento conlleva personajes, diálogos, un argumento no demasiado complejo, a veces moralejas, incluso puede admitir datos y transformarse sencillamente en una escenificación. De hecho en mis obras para niños, muchos cuentos van presentados en las dos técnicas: cuento y teatro.   
El relato, por su parte, la mayoría de las veces  ni siquiera tienen desenlace ni mucho menos moraleja. Además el relato destaca por su variedad de género, pudiendo abarcar prácticamente cualquier estilo e incluso varios registros literarios. Muy complicado sería transformarlo en escenificación.
Y, por supuesto considero como gran diferencia, la economía de palabras que debe prevalecer en el relato, la falta de diálogos y un final que debe dejarse a interpretación del lector.
Bueno, “chiquillo”, ¿lo tienes medio claro?  Que saques, como mínimo, la mejor nota posible. Mucho besos, mi lindo chiquillo.